Punishment Park.
No sé dónde está la vanguardia de la película. Pero creo, que si la hay, está en el juego entre realidad y ficción. La película es un falso documental, y lo hermoso está en que pudiera ser tan real. Cárceles clandestinas, juegos con prisioneros, encarcelados sin juicio o un juicio no formal o no civil.
Falsos documentales hay varios, la forma ha dejado de parecerme vanguardista o que crea un lenguaje. Pero insisto, en esta película el límite entre la realidad y lo creado parece muy débil, casi ilusorio. La forma expresa por medio del juego, esto es, una metáfora de estos sistemas represores por el cual Estados Unidos ha ido poco a poco conquistando territorio y callando opositores.
También es muy rescatable que el juzgado que se presenta en la película, no está conformado por actores sino por gente defendiendo lo que creen ahí mismo. Conservadores confrontados por una nueva generación. Esto sí es vanguardista.
Más claro que nunca quedó con las fotos reveladas de Abu Grhaib, en que vemos a militares divertidísimos en un juego de tortura. La encarcelación como un divertimento para quien está en poder.
Me encanta la relación entre esto y el juego que plantean en la película; un juego para salvarse la vida. Y claro, ¿un juego? parecería imposible. Watkins es un adelantado y un profeta. Hay que tomar en cuenta que la película es de 1970, y Estados Unidos sigue prácticamente con la misma fé en la guerra que hace 40 años, y que los Estadounidenses siguen inmersos en guerras que no quieren y sin embargo permiten.